San Cristobal de Las Casas, Historia Viva en Chiapas

Las huellas del encuentro entre el mundo indígena y el religioso español, se encuentran plasmadas en San Cristóbal de las Casas, la que fue fundada en 1528 por Diego de Mazariego, uno de los tantos emisarios de la Corona Española. Desde la visión indígena, el mundo espiritual tenía una profunda relación con el natural, ello explica el desarrollo de las artes muy ricas que combinaban antiguas técnicas del mundo religioso precolombino.

San Cristóbal tiene una temperatura promedio de 18º C, y es sitio de abundantes lluvias. Se encuentra en la región del Altiplano, a 2,200 metros sobre el nivel del mar, la mayor parte de su terreno es montañoso, y sólo una pequeña porción pertenece al valle. Los municipios que se encuentran circundantes son San Juan Chamela, Tenejapa, Huixtán, Teopisca, Totolapa, Chipailla, San Lucas y Zincacantán. Fluyen en el sitio el Río Amarillo y Fogótico, y otros arrollos como el Peje de Orok, Ojo de Agua, y el Chamela. Tiene una gran vegetación, predominando el Bosque alto.

Aunque es conocido como San Cristóbal, el sitio tiene una historia muy especial respecto a su nombre, ya que ha sido rebautizada por lo menos diez veces. En su fundación en 1528, como se ha mencionado, fue llamada por Diego de Mazariegos, Villa Real de Chiapa, En 1529, Juan Enrique de Guzmán, le asignó el de Villa Viciosa de Chiapa, en 1531, Don Pedro de Alvarado la renombro como San Cristóbal de los Llanos, aunque en 1536 Mazariego hizo gestiones en España para que retornara el nombre que le había puesto al fundarse. Después de la Independencia, en 1829, un decreto del Congreso estatal le asignó el nombre de San Cristóbal, y en 1848 se le añadió “De las Casas” en honor a Fray Bartolomé, quien realizó un gran proyecto de evangelización en la zona. En 1934, debido a problemas políticos entre el Estado y la Iglesia, quedó como referencia “Ciudad de las Casas”, aunque en 1943 ya disminuido el conflicto Iglesia-Estado, recobró el de San Cristóbal de las Casas”.

La ciudad Real que lleva el nombre del Santo que defendió la causa de estos pueblos, vio llegar tardíamente estilos europeos al mundo indígena, como el barroco, pero ofrecieron la oportunidad de desplegar toda la creatividad y sensibilidad de los artistas de la región. Ejemplo de la minuciosidad de los artistas chiapanecos es la Catedral de San Cristóbal, cuya entrada alude al arte barroco. Diversas iglesias como la de San Nicolás o la de Las Monjas de la Encarnación, brindan evidencia de la influencia que los estilos europeos dejaron en los creadores indígenas, mismos que desarrollaron con calidad propia, retablos, pinturas y en general, un arte sacro que da cuenta de la visión cristiana a la que necesariamente se le asociaron los elementos de los dioses antiguos del mundo mesoamericano.

De igual forma, el mundo social no pudo tener un desapego total de las costumbres que durante siglos habían normado la vida de los pueblos indígenas. Es el caso de la venta en los mercados, lo que hoy todavía se observa en San Cristóbal, cuando se reúnen en la Plaza 31 de Marzo, a la que acuden para vender sus artesanías, mismas que muestran una estética muy arraigada en los pueblos del sureste mexicano: bordados coloridos, el trabajo en la madera, o en los metales que deviene del conocimiento y de una gran cercanía con la naturaleza.

El Templo y exConvento de Santo Domingo de Guzmán, evoca un estilo barroco, que dan origen a la gama de ornamentos cuyos trabajos fueron realizados en múltiples materiales como la piedra, la madera y el metal. Los retablos barrocos son también de gran riqueza y distinción en el lugar, datan de los siglos XVI a XVIII.

El Templo de la Caridad fue fundado en 1712, y albergó a la orden de los Juaninos, quienes realizaron obras de caridad en la población, así como la atención médica en el hospital de esa ciudad. El templo, tiene un diseño arquitectónico especial basado en un conjunto de pilastras, y en su interior llaman la atención de inmediato las figuras del Cristo Negro de Esquipulas, y los retablos de estilo barroco, que predominó en la región en los siglos XVI y al XVIII.

Entre el arte no religioso, puede apreciarse El Palacio de Gobierno, cuyo edificio fue construido al estilo neoclásico, a finales del siglo XIX. Otras construcciones civiles que destacan son por ejemplo, la Casa de la Sirena, llamada así por la escultura ubicada en una esquina de la misma, que perteneció a Don Andrés de Tovilla, el atractivo es además sin duda su diseño arquitectónico. Pueden visitarse como otros sitios de atractivo, el Centro Cultural de los Altos de Chiapas, el Museo del Ámbar, el Museo Sergio Castro, el de Culturas Populares, así como el Museo Mesoamericano del Jade, todos ellos ubicados en el centro de la ciudad.

A San Cristóbal de las Casas se debe llegar vía aérea por el aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez, o bien, en transporte terrestre desde la Terminal de Autobuses TAPO, que tiene varias corridas al día hacia la región. El tiempo de llegada es de aproximadamente 12 horas por la carretera 190.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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Fotografía: Forzeshow