Dioses Prehispánicos de México.
Huitzilopochtli, significa en náhuatl "colibrí del sur", fue la principal deidad de los mexicas y ha sido asociado con el sol. Cuando arribaron los españoles, era la deidad más adorada. Huitzilopochtli nació de Coatlicue, la Madre Tierra, quien quedó preñada con una bola de plumas que cayó del cielo. Sus 400 hermanos, al notar el embarazo de su madre, decidieron ejecutar al hijo al nacer para ocultar la deshonra, pero Huitzilopochtli nació y mató a la mayoría. A su hermana Coyolxauhqui la mató tomando a la serpiente de fuego como una hacha, luego tomó la cabeza de esta hermana desmembrada y la arrojó al cielo, convirtiéndola en la luna. Huitzilopochtli era un dios eminentemente guerrero y fue quien le indicó a los Mexicas fundar la capital de México-Tenochtitlán en el Lago de Texcoco.
En el centro de esa gran ciudad, los mexicas construyeron un templo con un altar a este dios, donde se sacrificaban los prisioneros de guerra con el fin de alimentar al vigor del sol.
Coatlicue o "la de la falda de serpientes" era la diosa azteca de la vida y la muerte, la tierra y la fertilidad; la parte femenina de la dualidad universal. Se representaba con un rostro mitad de mujer y mitad cráneo descarnado en honor a la descomposición que fertiliza a la tierra. Sus cuatrocientos hijos decidieron matarla tras embarazarse misteriosamente, pero Huitzilopochtli, el fruto de esa deshonra, la defendió tan pronto nació.
Quetzalcóatl, en náhuatl "serpiente emplumada", fue el dios principal dentro de la cultura azteca. El nombre es una combinación de quetzal, una colorida ave mesoamericana y coatl, que significa serpiente. Su veneración frecuentemente involucraba sacrificios animales y estaba relacionada con el planeta Venus. Fue adoptado por los mayas con el nombre de Kukulcán y actualmente es la deidad azteca más conocida. Algunos sacerdotes y reyes mesoamericanos se apropiaban de este nombre para referirse a sí mismos, por lo que Quetzalcóatl y Kukulcán también son los nombres de algunos personajes históricos. Los aztecas lo tomaron como un símbolo de muerte y resurrección, parte del binomio Tezcatlipoca Blanco y Negro, juntos crearon al mundo. Se cree que el Emperador Azteca Moctezuma II creyó que Hernán Cortés personificaba el regreso de Quetzalcóatl a la Tierra.
Tláloc o "licor de la tierra", era el dios de la lluvia, la fertilidad y el agua en la religión teotihuacana y náhuatl, aunque también se veneraba en toda el área mesoamericana con otros nombres. Era un dios benéfico que daba vida y sustento, pero también era temido por su habilidad para causar sequías, enviar granizo, truenos, relámpagos, inundaciones y exigir el sacrificio de niños.
La máxima deidad en la cosmogonía maya era Hunab Ku, el dios creador que reunía a los opuestos cósmicos representando la permanente evolución del ser humano. Este dios representa la eterna batalla entre la ignorancia y la conciencia y está al centro del calendario maya; como una consecución de tiempos de oscuridad y luz.
Chaac era el dios maya asociado al agua y la lluvia, a quien invocaban para obtener buenas cosechas. Este dios habitaba los cenotes, que además de ser depósitos naturales de agua presentes en toda la península de Yucatán, eran la puerta de entrada al inframundo. Generalmente era representado como un hombre viejo con apariencia de reptil, cargando un hacha en forma de rayo.
Itzpapalotl de "itztili" obsidiana y "papalotl" mariposa, quien en sus alas llevaba navajas de obsidiana, era una diosa mexica que gobernaba sobre el mundo del paraíso, asociada en el conocimiento popular como una sabia anciana y poderosa bruja. Ella cayó del cielo y vestía una capa invisible para que nadie la pudiera ver, sus dedos eran garras de jaguar y sus dedos garras de águila. Entre las tribus chichimecas, estaba relacionada con los aspectos de sacrificio, muerte y guerra de la tierra.
Artículo Producido por el Equipo Editorial de Explorando México.
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