Carlos Salinas de Gortari

Carlos Salinas de Gortari se licenció en Economía por la UNAM en 1970 y obtuvo el grado de Doctor en Economía Política y Gobierno en 1978 por la Universidad de Harvard. A los 21 años de edad, por continuar la tradición familiar, se convirtió en miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mismo que había controlado todos los niveles de gobierno de México desde 1929.

Ocupó varios cargos directivos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mientras su padre estaba al frente del Instituto Mexicano del Comercio Exterior. Luego fue nombrado director general de Política Económica y Social de la Secretaría de Programación y Presupuesto mientras supervisaba la campaña presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado.

El presidente de la Madrid delegó en Salinas de Gortari diseñar la política económica, basada en austeridad del gasto público, disminución de los subsidios sociales, la privatización de las empresas del estado, la apertura a inversiones foráneas y la liberalización del comercio exterior.

De la Madrid eligió a Salinas para sucederlo en la presidencia justo cuando la inflación en el país promedió el 160% anual; lo que generó un enorme descontento de la población hacia el PRI. Aunado a esta situación, el candidato de la oposición era muy bien recibido, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas. El 6 de julio de 1988, al notar que los resultados parciales favorecían a Cárdenas, “se cayó el sistema” de las computadoras que contaban los votos. A pesar de multitudinarias manifestaciones en protesta, Salinas asumió la presidencia el 1 de diciembre de 1988 con un supuesto 50.4% de los votos a favor.

Durante su presidencia, Salinas entregó Telmex, la empresa de telefonía del Estado, a Carlos Slim en una subasta pública. También le entregó al capital privado las empresas del Estado correspondientes a las comunicaciones viales, aerolíneas, sector químico y siderúrgico, los medios de radiodifusión y la banca. Al final del sexenio de Salinas, más del 90% de las empresas del país estaban privatizadas.

Salinas orientó la economía nacional hacia la exportación y la liberalización comercial, por lo que firmó en diciembre de 1992 el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá. Salinas creó el Instituto Federal Electoral para darle transparencia y legalidad a una genuina democracia. Y las reformas clave que instauró tuvieron una alta aceptación popular y dirigieron la economía del país hacia la prosperidad e iba a pasar a la historia como un gran presidente.

Pero el 24 de mayo de 1993, el cardenal Juan Jesús Posada Ocampo fue asesinado durante un aparatoso tiroteo entre narcotraficantes, desatando una cadena de magnicidios que turbaron a la sociedad.

El 1 de enero de 1994 se levantó en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dirigido por el Subcomandante Marcos denunciando la pobreza extrema e injusticia social que imperaban en los estados del sur; lo que Salinas intentó callar por medio de la fuerza militar, ocasionándose un desprestigio político enorme a nivel mundial. En marzo de ese mismo año, el candidato a presidente, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado durante un discurso de campaña, lo que fue percibido por la sociedad como una conspiración para deshacerse de quien estaba prometiendo realizar profundas reformas políticas. El 28 de septiembre fue asesinado José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI y ex marido de la hermana de Carlos Salinas.

Cuando Salinas terminó su mandato, una fuga de 24,000 millones de dólares de capitales especulativos y el peso perdió 60% de su valor, causando serios desplomes en los mercados internacionales (el efecto tequila) y requiriendo una inyección de 51,000 millones de dólares de la Reserva Federal de Estados Unidos para estabilizar el mercado cambiario. Revelando que el crecimiento económico registrado durante la presidencia de Salinas era ficticio. México terminó 1995 con 52% de inflación y desigualdades sociales agravadas.

En 1995 Raúl Salinas, hermano de Carlos, fue arrestado por los fraudes que cometió durante el sexenio de su hermano y por ser el autor intelectual del asesinato de Ruiz Massieu, además acusado de evasión fiscal y corrupción, estuvo en prisión por más de 10 años antes de que Carlos pagara su fianza para liberarlo.

Carlos Salinas sigue siendo culpado por la opinión pública por el asesinato de Colosio, el favoritismo con que privatizó a las empresas estatales, el saqueo de las reservas que llevó al desastre financiero, la histórica derrota del PRI y su colosal enriquecimiento ilícito.

Fuente: Centro de investigación de Relaciones Internacionales y Desarrollo.

Artículo Producido por el Equipo Editorial de Explorando México.
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