La Celebración del Bicentenario de la Independencia

En el 2010 se celebró en México el Bicentenario de la Independencia y al mismo tiempo, el Centenario de la Revolución. Precisamente por esto y en ánimo de celebrar una ocasión tan especial, tuvieron lugar por parte de los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal, diversos eventos conmemorativos. Citaré sólo algunos de ellos, ya que cada ciudad y pueblo lo festejó de forma diferente:

Por parte del Gobierno Federal se asignó el presupuesto de 2,971 millones de pesos para celebrar estas fiestas como se merecían. Entre las principales atracciones que hubo podemos citar el Desfile Militar del 16 de septiembre (el cual contó con un gran despliegue de aviones, helicópteros y paracaidistas); los conciertos y shows llevados a cabo sobre el Paseo de la Reforma, concursos como el de la Canción del Bicentenario, el ensayo de los 200 años de vida independiente, y obviamente “El Grito” en el Zócalo.

José Manuel Villalpando fue elegido como coordinador de los festejos federales, y fue seleccionado por su conocimiento sobre historia, entre otras razones. Uno de los montajes que organizó fue el de La Estela de Luz. Otro fue una pantalla gigante que viajó por las principales ciudades del país, mostrando el video llamado: “Una Monumental Ventana a Nuestra Historia”.
Cabe destacar que en “El Grito” realizado en el Zócalo los fuegos artificiales fueron tan extraordinarios, que por momentos llegaron a alumbrar toda la plaza y sus alrededores como si fuera pleno día. Las luces de las proyecciones que se hicieron del Angel de la Independencia y la ambientación de sonido crearon, juntos, una atmosfera ideal para la contemplación. La representación de Quetzalcóatl, fue bella y muy admirada por el público.
Además también se trato de motivar a los ciudadanos a que recordaran su historia haciéndoles llegar a domicilio (en su mayoría) el “Libro del Bicentenario”. Con el mismo propósito, se repartió a cada familia una bandera de 80 cm. de longitud por 40 de ancho para que decoraran su hogar.

Un punto que causó controversia fue el traslado de los restos de los héroes que reposaban en la Columna de la Independencia, para ser exhibidos en la Galería de Palacio Nacional dentro de la exposición “México 200 años”. En la galería se pueden admirar las urnas en las que reposan las cenizas de los héroes.

El festejo alcanzó incluso al Banco de México, quien acuñó una edición especial de monedas del Bicentenario. Las cinco monedas no salieron a circulación, sino que sólo pueden ser adquiridas en venta especial. Fueron tres con motivos de la Independencia (la Columna de la Independencia hecha en oro con valor de $200 pesos, y la fachada y las torres de la Parroquia de Dolores). Para disfrutar de todos estos espectáculos se invitó a muchos dirigentes de otros países, aunque la mayoría no pudo asistir.

En el caso de los Gobiernos Estatales estos ya tenían destinado en su presupuesto grandes cantidades para las Fiestas Patrias. Mención aparte merece el Puerto de Veracruz en el estado del mismo nombre, donde se llevó a cabo un desfile de naves marítimas (tanto nacionales como extranjeras) además de espectáculos pirotécnicos y un festival gastronómico. Otro ejemplo es Nayarit, donde además de la regata, se dio inicio a la construcción del Conmemorativo Museo Bicentenario Nayarit.





La capital de la nación merece una mención aparte pues fue uno de los lugares donde más espectáculos y atracciones hubo. Desde el 14 de septiembre se procedió al cierre de vialidades para la instalación de plataformas, escenarios y demás. El día 15 de septiembre se llevó a cabo un desfile popular con carros alegóricos, que aunque tuvo muchos espectadores, no resultó tan espléndido como la gente esperaba. El Gobierno de la ciudad realizó conciertos con grupos como Zoé, La Maldita Vecindad y muchos más en diversas partes de la ciudad y en las sedes delegacionales.



Recordando a los héroes:

Uno de los aspectos más destacables es que en base a este festejo se puso nuevamente bajo los reflectores a todos los personajes de la historia de la Independencia. Nueva información, datos curiosos y su vida en general, vieron la luz en muchos artículos, biografías y novelas sobre los héroes. Algunos de los libros más sonados fueron: “Arrebatos Carnales”, “2010: Ni Independencia ni Revolución”, “Leona, Historias Desconocidas de la Independencia y la Revolución”, “La Otra Historia de México: Hidalgo e Iturbide (La Gloria y el Olvido)”, “De Héroes y Mitos”, “La Independencia”, y muchos con el titulo de “Historia de México”, todos con el propósito de lograr que viéramos más humanos a los héroes, y a la vez, como hombres ansiosos de libertad.
Asimismo, diversos artistas presentaron obras alusivas a los 200 años del inicio del movimiento independentista. Tal es el caso de Manuel Felguérez, de quien exhibieron esculturas junto a obras pictóricas en la Glorieta de la Palma. Los Museos del Estanquillo, el Museo de Antropología, el Museo Nacional de Arte, entre otros, presentaron también exposiciones temporales con motivos de la Independencia, muchas de las cuales permanecerán durante todo el 2010.

Tropiezos en las celebraciones:

Algo triste de mencionar es que aun cuando esta fue una muy buena oportunidad para resaltar nuestro patriotismo y celebrar nuestra vida autónoma como nación, hubo algunos detalles que ensombrecieron el ánimo de la gente para festejar:

1.-Idea de superfluocidad: En opinión de muchos, el país no se encontraba en las mejores condiciones para gastar millones de pesos celebrando, sino que debimos haber invertido ese dinero en rubros más urgentes como seguridad, educación o el pago de deudas de la nación.

2.-Emergencias: Hubo algunos fenómenos meteorológicos (Alex y algunas tormentas) que afectaron a áreas como Tamaulipas y Nuevo león, haciendo que los habitantes de las regiones tuvieran otras preocupaciones.

3.-El miedo al narco: Hace un año hubo un incidente en Morelia donde explotó una granada de fragmentación en plena verbena del centro, lo que hizo que muchos pensaran que podría repetirse otra acción similar por parte del crimen organizado. Al final los operativos de seguridad, aunque algo excesivos, resultaron efectivos pues las festividades arrojaron un saldo blanco.

4.-La ley seca: Exactamente dos días antes del 15 de septiembre, algunos Gobiernos como el del Distrito Federal, decretaron la prohibición de venta sobre las bebidas alcohólicas, lo que hizo que muchos no pudieran brindar como deseaban. Un hecho curioso es que los centros comerciales habían presupuestado grandes ventas en tequila ese día y al final no ganaron nada.



Estos puntos, sumados a una baja en la economía de la gente, lograron que, aunque muy esperadas, las Fiestas Nacionales no alcanzaran el estado de euforia en el ánimo de los mexicanos. Sin embargo el pueblo de México se caracteriza por su carácter alegre y fuerte ante la adversidad, lo que lo lleva más a pensar en cómo se ha cambiado como nación a lo largo del tiempo y a que nuestro pasado es motivo de orgullo además de inspiración para el futuro.
Así las cosas, el Bicentenario de la Independencia se presentó como una ocasión para disfrutar, para festejar y para hacer una reflexión crítica sobre nuestra historia, mientras nos esforzamos por superarnos como individuos y, sobre todo, como nación.

Artículo Producido por el Equipo Editorial de "Explorando México".
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