Extraordinarios Pintores Oaxaqueños; Rodolfo Nieto y Rodolfo Morales

Rodolfo Morales; Nació en 1925 en Ocotlán de Morelos, siguiendo el viaje obligado a la capital para estudiar arte, asistió a la Escuela Nacional de Artes Plásticas de San Carlos. Sus primeros intentos tenían que ser avalados por sus amigos, quienes le apoyaron para comenzar sus trabajos en los que la técnica del collage sobresalía. Realizó su primera exposición en 1975 en Cuernavaca. Morales se instaló en Ocotlán, porque no podía alejarse de ningún modo de la riqueza Oaxacaqueña.

El pintor realiza series temáticas que evocan necesariamente la influencia del ambiente de su Estado: “Mercado”, aunque deja plasmada su obra en muchos otros sitios del país como el mural del Metro Bellas Artes, “La Visión de un artista mexicano sobre Francia”, inaugurada en 1998. La gente de su pueblo lo enamora; las mujeres con sus coloridos trajes, las flores de sus mercados, las frutas, la propia naturaleza. Lo que además, será una constante en todos los pintores de esa región. Rodolfo Morales murió en el año 2000, pero su legado artístico lo resguarda actualmente la fundación que lleva su nombre.

Rodolfo Nieto; Rodolfo Nieto es otro Oaxaqueño ilustre, nació en 1936, como muchos otros pintores encuentra en las galerías extranjeras fuente de expresión e inspiración estética. Sus primeras experiencias sucedieron en París al que acude becado, y no pudo ser más afortunado, pues Europa en ese momento era el punto neurálgico del arte mundial y de las propuestas que sin duda influyeron en su intuición creativa.

Es importante el proceso que viven muchos pintores oaxaqueños, por un lado se exponen totalmente a las influencias artísticas mundiales; las conocen, las experimentan, se deleitan en ellas, y finalmente emerge en ellos la esencia de Oaxaca, sus coloridas tierras, los campos, los árboles, el cielo, el sol, el mar, los mercados, sus frondosas y festivas mujeres, produciendo estilos artísticos llenos de imaginería.

Lo mismo sucede con Rodolfo Nieto, quien después de su basta experiencia por los museos y galerías mundanas, ingresa a la legendaria Escuela de Pintura Esmeralda, que ha sido nido de excelentes alumnos y maestros. Sus primeras exposiciones reconocidas las lleva a cabo en 1961 en el Museo de Arte Moderno de Oslo, y desde entonces hay una continua experimentación con materiales como laca, técnicas como el collage y propuestas como los bestiarios, que fueron puntos de partida para otros pintores y dibujantes. Sobre su poética, imaginación y colorido hablan sus obras: “La Jirafa”, 1968; “El Elefante”, 1967; “Cielo Estrellado”, 1973. Murió en 1985.

Estos son otros extraordinarios pintores oaxaqueños:
-Francisco Toledo.
-Gutierrez, Zarate and Tamayo.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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