Ciudad Heroica y hospitalaria, la ciudad de Valladolid en Yucatán es cuna de grandes hombres ilustres mexicanos. Además, es una ciudad ejemplo de orden, buen gobierno y limpias calles.

Cuenta la historia que Zalci-hual era un fuerte señorío maya, cuya sociedad se hacían llamar cúpules. En el siglo XVI, los españoles llegan a la Península Yucateca al mando del conquistador Francisco de Montejo, el sobrino, y llegando a la laguna conocida por los nativos como Chouac-Há se da cuenta que la geografía es bondadosa para el asentamiento humano y decide establecer ahí un poblado. Y es que además del abasto de agua, los verdes y exuberantes suelos, se ubicación le permite realizar una labor más importante, socavar el poder de los cúpules que habitan Zalci-hual o Zaci como le llaman los europeos.

La belicosa tribu del “gavilán blanco” es posteriormente sometida y con ella le sigue el sometimiento voluntario de muchas otras tribus rebeldes, quienes reconocen el gran poder del ejército español ante la derrota de los cúpules. Y así es como el 23 de mayo de 1543 nace el poblado de Valladolid en los alrededores de la laguna de Chouac-Há.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la ubicación del nuevo asentamiento no era tan perfecta como se creía en un principio, y se decidió trasladarle al territorio de la caída Zaci. Un par de años después, los indios mayas sometidos y esclavizados iniciaron una rebelión que llegaría a la matanza de 16 encomenderos españoles, antes de que el ejército colonial pudiera someterlos de nuevo.

Pronto llegaron los moradores españoles en busca de la riqueza de las tierras del sureste mexicano y detrás de ellos los misioneros católicos de la orden de los franciscanos, quienes se dieron a la tarea de construir templos y conventos como el de San Juan y Santa Lucía, y la parroquia de San Gervasio.

En el siglo XIX, la próspera ciudad colonial se vio inmersa en la violenta Guerra de las Castas que se desató a lo largo de la Península Yucateca, ya que los mayas se rebelaban contra el sistema de encomienda que los mantenía esclavizados y miserables.

En 1910, las condiciones para el derrocamiento del dictador militar Porfirio Díaz inició en Valladolid de manera violenta y cruel. Los valientes vallisoletanos Claudio Alcocer y Atilano Albertos destacan en su participación por emancipar al país del yugo del porfirismo; una prueba más del arrojo de los habitantes de la Heroica Ciudad de Valladolid.

Hoy ubicada entre la capital yucateca, la ciudad de Mérida y el paradisíaco puerto turístico de Cancún, y comunicada a través de la autopista de cuota Mérida – Valladolid – Cancún, la “Sultana de Oriente” es una bella y apacible ciudad colonial cuyo despliegue artístico y cultural le confiere la categoría de centro turístico.