María Félix, La Gran Actriz Mexicana

María de los Ángeles Félix Güereña nació el 8 de abril de 1914 en Álamos, Sonora. Su belleza reflejaba la interesante mezcla genética, fue hija de Bernardo Félix, descendiente de indios yaqui y Josefina Güereña, descendiente de españoles. Fue la actriz reconocida como la gran diva de México y una de las figuras más importantes de la edad dorada del cine mexicano.

Tuvo once hermanos: Josefina, María de la Paz, Pablo, Bernardo, Miguel, María Mercedes, Fernando, Victoria Eugenia, Ricardo, Benjamín y María del Sacramento. Con su hermano Pablo tuvo una relación muy estrecha, de la cual su madre sospechaba podía llegar a extremos incestuosos, por lo que envió a Pablo a una escuela militar para separarlo de María; poco después él murió de un supuesto suicidio.

María fue educada en un convento en Estados Unidos, Pico Heights de California. Esta esmerada educación no limitó a María de practicar actividades consideradas impropias de una señorita en su época; por ejemplo, ella gustaba de montar a caballo.

Para alejarse del a fuerte disciplina que imponía su padre, María se casó desde muy joven con Enrique Álvarez en 1931, matrimonio que terminó en divorcio en 1938, después de tener a su único hijo, Enrique Álvarez Félix.

Viajó a la Ciudad de México donde conoció a Fernando Palacios, quien la invitó a incursionar en el cine. Su primer rodaje fue compartiendo el papel estelar con Jorge Negrete en El Peñón de las Ánimas de 1943, lo que pronto le ganó una imparable fama. En ese mismo año también filmó María Eugenia y Doña Bárbara, ganando su lugar de gran dama en el cine nacional. Su apodo La Doña lo adquirió tras filmar esta última película.

El venezolano Rómulo Gallegos escribió la novela Doña Bárbara, después él mismo la adaptó para el cine. La historia cuenta que cuando Rómulo conoció a María en un restaurante exclamó “¡Es ella! ¡Es mi Doña Bárbara!”.

A partir de la película Doña Bárbara se afirma que su personalidad era tan impactante que los guionistas escribían historias para ella, especialistas dicen que María siempre se interpretó a sí misma en todas sus películas; por lo tanto, su presencia en pantalla era una mezcla de realidad y ficción.

La historia del cine mexicano no sería la misma sin María Félix, sus 47 inolvidables películas la colocaron como la gran dama de la época de oro. En todos sus estelares rompió con el estereotipo de la mujer sumisa que se acostumbraba representar, su gran carácter era imponente.

De 1943 a 1947 estuvo casada con el cantante y compositor Agustín Lara, quien compuso la canción María Bonita en su honor.

El 18 de octubre de 1952 se casó con el actor Jorge Negrete, lamentablemente él murió en 1953.

María estuvo casada con el millonario francés Alex Berger desde 1956 hasta 1974, cuando él murió.

Sus más célebres filmes fueron los dirigidos por Emilio Fernández: Enamorada (1946), Río Escondido (1947) y Maclovia (1948). De su carrera también destacan La mujer sin alma (1943) y La devoradora (1946) dirigidas por Fernando de Fuentes; La diosa arrodillada (1947) y Camelia (1953) bajo la dirección de Roberto Gavaldón y Doña Diabla (1948) del director Tito Davison. En 1959 filmó Los ambiciosos dirigida por Buñuel. Sus dos filmes más importantes realizados fuera de México son Mare Nostrum (1948) y La noche del sábado (1950) dirigidas por Rafael Gil y La corona negra (1950) del argentino Luis Saslavsky. En Faustina (1956) dirigida por José Luis Sáenz de Heredia muestra todo su encanto de seducción. Su última aparición cinematográfica fue en La Generala (1970).

Algunos de los honores que recibió a lo largo de su vida fueron el Premio Ariel en 1946, 1948 y 1950; Diosa de Plata en reconocimiento a su carrera en 1986; homenaje de la Asociación Nacional de Actores por los 50 años de su debut en cine; medalla UNAM por su trayectoria en 1992; y Oficial de la Legión de Honor de Francia como Comendadora de la Orden Nacional de las Artes y las Letras de Francia en 1996.

María Félix murió el 8 de abril de 2002 mientras dormía, en la Ciudad de México. El día en que falleció la Gran Diva de México, su cuerpo fue transportado en un féretro desde su residencia hasta el majestuoso Palacio de Bellas Artes para un inmenso homenaje. A su paso, el cortejo fúnebre escoltado por motociclistas fue acompañado por cientos de personas. El féretro permaneció durante 22 horas en Bellas Artes, tras lo cual el cortejo partió hacia el Teatro Jorge Negrete, donde se le rindió tributo, sus compañeros actores le cantaron “María Bonita” para después ser trasladada al Panteón Francés, su lugar final de descanso al lado de su hijo Enrique Álvarez Félix y sus padres.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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